6.3 - PRINCIPIO DE INDIVIDUALIZACIÓN

El principio de individualización afirma que cada sujeto es único y diferente al resto, por lo que las cargas aplicadas deben adaptarse a sus características individuales, tanto internas como externas, para ser óptimas.

Para poder aplicar adecuadamente el principio de individualización resultará imprescindible conocer detalladamente las cualidades y potencialidades de cada atleta mediante un profundo análisis. De esta manera aquí entran en funcionamiento también los conceptos de carga interna y carga externa.

FACTORES PARA INDIVIDUALIZAR

Si queremos individualizar, debemos tener en cuenta en base a qué aspectos debemos adaptar el entrenamiento a cada uno de los deportistas que entrenamos. Voy a dividir los factores en tres tipos:

FÍSICOS

  • GENÉTICA: Lo que llamamos talento, o las cualidades innatas de cada deportista varían en gran medida y son el punto de partida de todo entrenamiento. Cada atleta tiene «su punto de partida».
  • Edad: No sólo el entrenamiento debe estar adaptado a la edad cronológica del atleta, sino que es más importante que se adapte a la edad biológica. Esto cobra especial relevancia en edades tempranas, donde el desarrollo de cada deportista se produce a un ritmo diferente.
  • Sexo: Tampoco será igual el entrenamiento entre hombres y mujeres. En edades infantiles las niñas suelen tener una maduración más temprana que los niños, pero llegada la adolescencia los hombres pasan a tener unas capacidades físicas notablemente mayores que las mujeres. Hay que tener en cuenta las diferencias antropométricas, biomecánicas, hormonales y sus cualidades físicas y psicológicas para poder diferenciar el entrenamiento masculino del femenino.
  • Capacidades físicas: Aparte de las cualidades genéticas del atleta, entrenamiento habrá desarrollado sus capacidades hasta cierto punto que será necesario determinar para conseguir un entrenamiento ajustado. Por tanto será importante determinar la fuerza, condición aeróbica, velocidad, etc, de cada uno.
  • Habilidades motricesTambién las habilidades motrices como la coordinación o el equilibrio determinarán qué tipo de entrenamiento necesita cada deportista, ya que uno más habilidoso podrá realizar tareas más complejas, mientras uno con habilidades menos desarrolladas deberá empezar por tareas más básicas.
  • Estado de forma actual. Aunque las capacidades físicas hayan llegado a un determinado punto de desarrollo, puede que el estado de forma del momento no se corresponda con el verdadero potencial del atleta. Es imprescindible que en cada entrenamiento tengamos en cuenta la capacidad del atleta en eso justo momento para aplicarle la carga exacta.
  • Ritmo de adaptación. No todo el mundo mejora y aprende a la misma velocidad cuando se aplican las mismas cargas, por lo que debemos aplicar una progresión en el entrenamiento adaptada a ese ritmo individual.
  • Años de entrenamiento: La experiencia en el entrenamiento también marcara el tipo y la magnitud de las cargas, ya que por norma general, a más experiencia mayores cargas y más específicas se pueden tolerar.
  • Estado de salud: Jamás debemos olvidar cómo pueden afectar las enfermedades, patologías y lesiones pasadas o latentes al entrenamiento. Es fundamental la prevención para el desarrollo óptimo del atleta.

PSICOLÓGICOS

  • Motivación: El grado de motivación llevará al atleta a realizar un esfuerzo más o menos generoso en el entrenamiento, por eso debemos tenerlo en cuenta, no sólo para adaptar la carga, sino para presentarla de tal manera que resulte atractiva y motivante.
  • Experiencia deportiva: La experiencias pasadas, la veteranía o la inexperiencia, los éxitos y fracasos también condicionan la motivación hacia una forma u otra de entrenamiento.
  • Gustos: Sobre esto no hay nada escrito, así que tampoco voy a ser yo quien apunte la primera palabra. Simplemente debemos conocerlos para evitar situaciones de rechazo hacia determinados entrenamiento y buscar los más estimulantes para cada sujeto.

AMBIENTALES

  • Objetivos: No estoy completamente seguro si este aspecto cuadra en los ambientales o los psicológicos, pero está claro los objetivos del atleta marcarán una diferenciación del entrenamiento.
  • Disponibilidad horaria: Sobre todo en atletas que compatibilizan varias actividades, ya sean profesionales o personales y familiares, es importante no excederse del tiempo que ellos disponen.
  • Alimentación: La alimentación es determinante para una óptima recuperación y para un buen estado de salud general. Es recomendable marcar una buenas pautas nutritivas, pero si esto no resulta posible, entonces el entrenamiento deberá ser adaptado al tipo de alimentación. Esto es frecuente sobre todo en deportistas que realizan dietas restrictivas calóricamente.
  • Tiempo de descanso: Como hemos visto numerosas veces en este blog, es fundamental encontrar el equilibrio esfuerzo/recuperación. Por tanto la carga de entrenamiento dependerá completamente de la posibilidad de mantener este equilibrio.
  • Medios de recuperación: Esto está íntimamente relacionado con el anterior, ya que un atleta que tiene acceso a terapias físicas, suplementación nutricional y lleva un control médico, podrá tolerar más carga de entrenamiento que otro que no disponga de estos medios.
  • Espacios y medios para la práctica: Se pueden entrenar las mismas capacidades con métodos diferentes, por tanto debemos seleccionar aquellos en los que cada atleta pueda desarrollarlos con los medios que tenga a su disposición.

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