Según Weineck (2005) el principio de la carga progresiva se deduce de la relación proporcional entre la carga, la adaptación y el aumento del rendimiento. Según este principio, las exigencias planteadas al deportista tienen que aumentar de forma sistemática dependiendo de la preparación física, coordinativa, técnica, táctica, intelectual y de la fuerza de voluntad.
Muchas veces sólo tenemos en cuenta la parte física (o ni siquiera) y obviamos el resto. En mi última entrada ya escribí sobre la importancia de aumentar el volumen de entrenamiento sobre una base técnica. Ahora añado además el resto de aspectos mencionados por Weineck.
CUÁNDO INCREMENTAR LA CARGA DE ENTRENAMIENTO
La carga de entrenamiento no sólo aumenta dentro de un mismo ciclo de entrenamiento, si no que a lo largo de la vida deportiva de una persona se suceden momentos en los que la carga de entrenamiento aumenta respecto a ciclos anteriores. Para proporcionar una carga de entrenamiento adecuada a cada deportista tendremos que valorar con perspectiva a largo plazo los siguientes aspectos:
- Edad cronológica
- Edad biológica
- Años de entrenamiento
- Nivel de capacidad de rendimiento
CÓMO APLICAR EL PRINCIPIO DE PROGRESIÓN
La carga de entrenamiento puede incrementarse a base de incrementar distintas variables de forma aislada o conjunta, como son:
- Aumento del volumen
- Aumento de la intensidad
- Aumento de la complejidad
- Aumento del número o nivel de competiciones
Además, el incremento de carga puede ser de varios tipos:
Incremento de la carga progresivo: Este tipo es el más indicado para deportistas menos expertos y en fases de formación, ya que permite una adaptación gradual y se minimizan los riesgos asociados a cambios bruscos en el entrenamiento. Se recomienda utilizar siempre este tipo excepto en casos de deportistas expertos que han agotado ya sus reservas de entrenamiento. Es decir, se ha producido un estancamiento.
Incremento de la carga discontinuo: En casos de estancamiento en el rendimiento de un atleta maduro, se podría recurrir a incrementos más repentinos de la carga, distribuidos en diferentes periodos, para producir nuevos estímulos de entrenamiento que afecten a la homeostasis y «obliguen» al organismo a poner en marcha nuevos procesos de adaptación. En estos casos es necesario extremar las precauciones en cuanto a las lesiones, y lo deberían llevar a cabo tan sólo deportistas y entrenadores muy experimentados.
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